jueves, 24 de abril de 2008

SITTING BULL. C/Pez, 30.

"¿Saben lo que ocurre cuando un argentino nostálgico ve 460 veces seguidas "Bailando con Lobos", y acto seguido le echa un ladrillo de hachís a su pipa de la paz? Que diseña un local como este. Comida argentina, pero, sobre todo, un templo dedicado a los indios que veíamos en las pelis de Errol Flynn. ¿Habremos acertado? Sólo Manitú lo sabe."- César.

"Ver al gaucho con el látigo en la puerta es premonitorio de lo que va a suceder en el Sitting Bull. ¡Toma latigazo al colesterol!."- Galindo.

"La entrada ya nos dice mucho de este local: aquí nada tiene sentido. ¿Dónde se une Argentina con los indios americanos? ¿Un menú por 11 euros con raciones desproporcionadas? ¿Qué hace César detrás de la máquina de la hora? ¿Habéis estado alguna vez en un baño turco?."- Joseba.

"¿Cómo se llama este restaurante con esta pinta tan estupenda? Argentina...Ah, no, Sitting Bull. Madre mía, qué nombre tan bien escogido. Por cierto, bonitos gatetes en el coche de enfrente, esto promete."- Pablo.

"Todo lleno de cuadros de indios. Algunos sólo espantosos, otros también con textos inspiracionales sobre el espíritu en libertad, la armonía con la naturaleza, etc. La carta, sin embargo, te transporta a la Patagonia. El lugar así te activa dos puntos diferentes del córtex, y tardas en hacerte a él. Detalle: la foto de Sitting Bull en blanco y negro está retocada, le han cambiado la cara del original por la del dueño. De verdad."- César.

"Mientras los demás se decidían yo me preguntaba ¿Qué tal quedaría un indio de estos sobre el retrete de mi casa?."- Galindo.

""¿Una aparición mariana en la cocina? Aquí todo es posible."- Joseba.

"Gran variedad de carne. Esto merece un consejo del indio raro este de atrás, debe estar pensando Galindo. El cocinero tiene buena pinta. Otro retoque de la foto: el cocinero tiene una espátula en la mano."- Pablo.


"¡Si esto es el Vacío, cómo será el Lleno! Santo Dios, qué cantidades."- Galindo.

"Ración de Vacío tamaño pre-corralito. Arola, toma nota, majete. Rico y gigante. Cuando concluya su digestión creo que puedes llevarte al baño la Encyclopaedia Britannica, y leerte desde la A hasta Spice Girls, The."- César.

"Una reflexión: si este es el tamaño de lo que entra al comer, ¿cómo será el tamaño de lo que sale al descomer? Adjuntaremos foto."- Joseba.

"De la pinacoteca me quedo con este. Tal vez alguno de ustedes, que son unos enteradillos, no lo valoren en su justa medida, y prefieran a Mark Rothko, Kandinsky o Lucien Freud. Pues sepan que ninguno de éstos supo pintar con la única ayuda de sus juanetes."- César.

"Este indio es argentino por los cojones...Esos abdominales es imposible tenerlo con papeos como este. A no ser que sea el que descarga la carne del camión."- Galindo.

"El triángulo de los museos Thyssen, Reina Sofía, Prado, debería extenderse hasta aquí. Tienen la mayor colección del mundo de cuadros de indios."- Joseba.

"Antes de salir, una visitita al tigre. Y en la parte de abajo...¡Aaaaargh! ¡El local podía ofrecer más sorpresas! Miren el garito que apareció. Con luces de colores y, por supuesto, más y más cuadros de indios.  Tal vez aquí venía de clubber Nube Roja. Jerónimo, tronco, mira qué pibitas."- César.

"No sé qué coño decir de la parte de abajo. Pues eso, que está abajo".- Galindo.

"Para los que se acaban de comprar una casa y habían pensado en decorarla con fotos de indios, cajas de Mahou y columnas verdes: aquí tienen el resultado."- Joseba.



COMENTARIOS GENERALES.

- Al menos los cuadros no eran de Audrey Hepburn.
- La música del local era Kiss FM o algo así. Les proponemos algún CD de ocarina.
- Ojo que haber piques entre estos proindios y los camareros cowboys del Rib's.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno.

Anónimo dijo...

No doy crédito con está guía. Es formidable. Si me permitís ¿Por qué no hay más entradas? Un saludo.